Tú, que ante los demás eres inferior,
Creiste que de mis acciones eras el director,
Pero tan solo haz sido un gran soñador.
Creiste que la burla de tu causa era tu labor,
Pero para confrontar el efecto te faltó valor.
Tú, destructor que recuerdo con deshonor,
Manipulaste mis sentimientos… impostor…
Ya comprobé el gran rumor,
Fuiste tú mi gran error.
Ahora, mis heridas llaman a un curador.
Ando en busca de un doctor que calme el dolor,
Que acabe con lo que siento en mi interior.
Ando en busca de un borrador.
O a lo mejor solo necesite un profesor,
Que me enseñe todo lo que es dulzor…
Alguien que solo sea mi iluminador,
Y por siempre mi ángel inspirador.
Mi desesperación llamó al agricultor,
Para que alegrías sean el fruto del cultivador,
Y tener como resultado mi vista en multicolor.