15502019

Ara

Una mariposa vuela,

a traves del cielo azul,

y debajo ara sueña,

con todo un mundo de luz.

 

Sueña que es perfecta,

y que encuentra aquel amor,

que no la desilucione,

ni le rompa el corazón.

 

Sueña despierta y dormida,

los brazos de quién partrió,

una tarde florecida,

de aquella triste estación.

 

No le dijo ni adiós,

pues solo el se marchó,

en julio aquella tarde,

buscando quién sabe qué.

 

Mil cosas él le decía,

mil razones él le daba,

para unir juntos sus vidas,

en noviembre una mañana.

 

Su ilusión iba en aumento,

de alegria rebosaba,

y mientras Ara esperaba,

sentía amor en su pecho.

 

Todo terminó una noche,

siendo el principio del fin,

haciendo un triste derroche,

un amigo puso fin.

 

Estúpido fue él quien,

rápido se dejó llevar,

por vanas palabrerías,

que lo hicieron tambalear.

 

Y Ara fue quién pagó,

la triste consecuencia,

pues siguiendo la secuencia,

del sueño ella despertó.

 

Con lágrimas en los ojos,

se prometió ya dejar,

de con los muertos soñar,

para vivir a su antojo.

 

Lo que Ara hoy no sabe,

es que ya no puede más,

pues aunque las mariposas vuelan,

ella solo puede soñar.