nelida anderson parini

LOS AMIGOS DEL NOVIO.

Termina la ceremonia, tocan la Marcha Nupcial.

vienen saliendo los novios, ya dejaron el altar,

en la puerta los esperan para ir a celebrar,

conocidos y parientes de Julieta y de Marcial.

 

Son los amigos del novio, un grupo particular,

desde el día en que llegaron tienen revuelto el lugar,

son gente bien educada, que vienen de la capital,

vistiendo ropas de marca, con porte profesional.

 

Amigos y familiares, ansiosos de fertejar,

todos se van caminando hacia el salón comunal,

donde se llevará a cabo la fiesta matrimonial,

el sitio no está muy lejos y es fácil de llegar.

 

Cada quien busca el puesto donde se ha de sentar,

las mesas están dispuestas en forma rectangular,

de manera que en el centro, la gente pueda bailar,

por allá la cimarrona se prepara para tocar.

 

En la puerta están los novios listos para desfilar,

se acompañan de sus padres y padrinos del altar,

en medio de aquel bullicio, alguien da la señal,

se revientan la bombetas, retumba el matorral.

 

Aplausos y algarabía, el desfile va a empezar,

entre acordes musicales los novios toman lugar,

es el padre de Julieta, quien se dispone a brindar,

pide la palabra el consuegro, también deseoso de hablar.

 

Las notas del vals se escuchan van los novios a bailar,

ahora los siguen los padres y padrinos del altar,

cumpliendo así por completo la parte tradicional,

arranca la cimarrona con su ritmo sin igual.

 

Por allá en una mesa los amigos de Marcial,

se toman una cerveza, la acompañan con tamal,

entre plática y comida ya se empiezan a entonar.

Los gallos de picadillo no se hacen esperar.

 

Chicharrones, elotitos, empanadas y rosquillas,

patacones, frito, morcilla, frijolitos con tortillas,

guaro de caña, pinolillo, ron, ginebra y contrabando.

Hay mucha gente bailando...la fiesta va calentando.

 

Sube un hombre a la tarima agitando su chonete,

anunciando que enseguida viene el baile del billete,

hacia el centro de la pista va la novia sonriente,

el padrino se aproxima con destreza sorprendente.

 

La hija de la vecina también se hace presente,

al rededor de la pista, se acomoda la gente,

música suave y movida, pone alegría al ambiente,

no ha de parar de sonar hasta el último cliente.

 

Los amigos de Marcial, que son gente muy decente,

no han parado de tomar y de estar pelando el diente,

son el alma de lugar, todos tiene pretendiente,

con tal de festejar hasta toman aguardiente.

 

Queque, arroz con leche, cajetas, miel de ayote,

melcochas, mazamorra y tamal de elote,

a las mesa se ha surtido preparando el final,

en momento de descuido, el matrimonio sale por el cafetal.

 

Los amigos de Marcial, se muestran muy dolidos,

sabedores que a su amigo no pudieron despedir,

pues de tanto haber bebido nunca lo vieron partir,

fue imposible descubrir cuándo se quedaron dormidos.