Manuel Palacios

Sol y atardecer.

 

Entre dos bellas montañas

 ocultas  preciado tesoro,

dos bellas colinas engalanan,

a tu cuerpo soberana.

 

Tus dos lindos capullos

de belleza y esplendor,

los que muestras con orgullo´

 y los defiendes con honor.

 

Eres clavel, eres rosa,

de un hermoso jardin,

tienes el cuerpo de diosa,

con delicioso ebullir.

 

Dejas en mi una huella

de amor y frenesí,

te quiero hermosa doncella,

que adornaste a mi querer.

 

 

Por: Manuel Palacios.