Mira el cielo, siente su brisa
recibe al sol con su candor tierno
donde nos da abrigo haciendo sentir
que la esperanza de amor es infinita
como su luz.
Dios nos bendice cada día
y nos llena de esperanza,
esperanza divina
en la fuerza del amor
y se mide a través de la presión
del deseo, de revivir lo vivido.
Donde la divinidad
sea la fase que nos `ponga a los dos
a sentir con furia este amor.
Te siento, te tengo aquí
y cuando quiero poseerte
te poseo.