Isaac Amenemope

SITUANDO EL MERODEO (entre la pasion y el deseo)

Todo está aquí.

tocarte es tan propicio

cuando te dejas sin tus manos

olerte tan silencioso

cuando olvidas tu perfume

regado en el viento.

oírte al centro

de tus irreversibles deseos,

para caer suavemente a tus lejanos pies.

amarte sigilosamente como quien

ha venido dormir bajo tu falda,

como quien necesita refugiarse

del orden por una noche.

se agotan las auroras,

mientras YO que aprendo a palpar al Sol,

en la fuente de tus anidadas pupilas,

me yergo extraviado

sobre el primer paso

y lo añado descalzo

a la fuente del realizado espacio.

tal vez pueda desde ahora atesorar

una "derivada" para cuando respire

en tus oídos,

y muy lejos de pensar

que has escuchado fuera

de la atenuente remisión

de las poderosas frases,

bisbisee con valor ardiente

los secretos de mi desolado glaciar.,

serás tan débil

tan propicia para ;

tan calmada cuando repose

mis abruptos lances

entre la recuperación de tus trasiegos,

que resbalarás aquella ecuánime altura

astillando mis vitales hielos,

enterándote a mis frágiles dudas,

reparando estos ajados párpados.

seré quien se niega completamente

al generador de tu mas arraigados temores

quien crece día a día

hasta el sombreado excitatorio

de mis mas profundos limites,

quien se moja prolongadamente

bajo la seguridad de nuestro cielo.

seremos la fina relación remota

el precio incalculable

de nuestras desconcertadas manos.

solo entonces podré empaparte

con un par de gotas extraídas a la lluvia,

solo entonces podrás secar

tus veladas lagrimas

y enseñarle al cielo

la claridad mas turbia,

el bermellón mas limpio,

el iris arqueado entre tus piadosas cuencas.