RICARDO ALVAREZ

¿ QUE HAY DE NOSOTROS , POETAS ? - de anuario

 

 

Urgencia cotidiana/ Prioridad de ambulancia/

El sol pierde su candor/ País de terreno y tumba/

Territorio sin sangre de patria, ausente escarapela/

¡Cataclismo! Solo una palabra...

Flamea la bandera su color de lavandina/

Exceso suicida sin orden/

El pulgar romano baja su espada indecente/

Ignora la lagrima/ La gravedad es la causa/

Relegadas labores de artesano, domados cerebros de mano/

Lo inexplicable tiene su indulto en pluma de notario.

Los pulmones ahogan los carbones/

La polución aire respirable/ La piedra grita, nadie escucha.

¿Que será del gemido de la blanda carne?

Cuando la hermética roca abra su boca de grito y desfile su lagrima de ósculo desnuda/

La vendida ciencia relatará en pantalla sus mentiras/

Lo que fue honra hoy es crimen/ El afano se hizo habito acumulado/

El tango siguió su melodía de Cambalache,

los quebrados sesos invaden hospitales y

el músculo desgarrado transita el flojo tendón durmiendo en la calle/

 

La ortiga por mandato se hizo flor

y el palo borracho en botella

sustituyó al ceibo en patrimonio nacional/

 

El pibe fuma su ultimo porro ignorante

en la cornisa del muro con futura ruina/

El cemento eleva su temperatura

al gélido termómetro de una sociedad empobrecida/

Los diez duendes ricos de la espiga invadida

inyectan el veneno de la cicuta/

El overol conserva su letarguia en desmembrado canasto,

el obrero sueña la utopía de la construcción

con la paciencia muerta de una momia en espera/

En el frío banco de la antesala Imperial, los faraones embalsaman

las libertades con laureles de piedra/

 

¿Y que hay de nosotros, poetas?

 

El relegado se hizo excéntrico/ El impuro desterrado nada como orca de piscina y la escafandra del herrero mal por ley considerado/

La ingenua flor sepulta su aroma al pozo ciego del morlaco/

El hijo de la inculta nodriza

sigue la brecha del espanto como obseso maniaco/

Y aquí...

Aquí sigue la cárcel vampira de la sangre sumisa/

El poeta es prisionero de su destino/

Socava casi inútil las verdades del hombre

donde las bocas de breva libaron sus jugos/

Pero persiste la pluma...

rebelde artillería más potente que misiles/

 

Hasta la ultima gota que aspire en jeringa

de la pálida arteria carnívora,

y penetre las madrugadas

donde el sueño no cierra su párpado de nervio/

El fervor del papel se hace fábrica de arsenal/

Letra de maquinaria y dentellada

donde no duerme en paz la pasionaria/.

 

¿Y que hay de nosotros poetas?