Jef

15...

Yo no quiero una patria
que se vista de gala una vez por año
y desfile por las calles
repartiendo hambre a quién ya no soporta
más hambre.
No quiero un hogar de tres colores;
el cielo del pobre no es azul,
la paz es blanca sólo en los manteles
de unas mesas altaneras.
Pero la sangre...
tiene color de justicia violenta.
La sangre es roja en la tormenta de mi cuerpo,
roja en el vecino y en la lengua del político.
Yo quiero una patria roja por la sangre
del que muere solo entre cartones
sin paz sin tierra y sin cielo.