Guillermo Sánchez

A Dos Pasos del Infierno

Diez, nueve,
un requiem,canto cruel de billones;
cuervos negros, ciegos sin alas. 

Ocho, siete,
corta mi lengua el fantasmal verdugo,
con su esencia olor a reprensión.

Seis, cinco,
atan mi alma para ser desmembrada,
comida de carroña habladora.

Cuatro, tres, 
ceguera absoluta, sí,
arrancados fueron de mi corazón.

Dos, uno, 
un par de pasos:
entrada común al infierno.