Diaz Valero Alejandro José

De víctima a victimaria (Humor)

Hay una riña allá en la esquina

yo no sé que habrá pasado

según y que a una vecina

intentó robarla un malvado.

Y ella en legítima defensa

sacó el coraje que tenía guardado

y de manera por demás intensa

le dejó con las uñas el rostro marcado,

y con una piedra que halló en la acera

la usó de manera contundente

y de forma muy valiente y muy certera

de un solo golpe le saco dos dientes.

Luego delante de todos los presentes

aprovechando la ocasión

al propio delincuente le quitó el cinturón

y comenzó a propinarle una golpiza

y toda la gente aglomerada

además del asombro y de la risa

llamaron a la policía a toda prisa

para que apresaran a la mujer alterada

que luego al ser apresada

todas las razones que decía

para defenderse de extraña manera

fueron rechazadas porque no tenía

dinero, joyas, ni cartera;

y fue juzgada por bandolera

cuando el pobre hombre muy lloroso

le dijo al juez: Si usted supiera

que casualmente yo soy su esposo.

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