Isaac Amenemope

VUELO HACIA EL DESCANSO

Acostado sobre la hierba de la noche,

como quien mira la tierra pequeña en su penumbra,

así es el cielo del descubrimiento,

pero no se verán mas que estrellas

si el corazón apagado en su centro

escapa al alcance de mi particular respiro.

Yo sé lo que ha de pasar cuando se queden las palabras,

y no tenga mas allá

otro soporte desde el cual anunciar

el cabo humano de la libertad.

Estarán detenidas las cosas

cada una a punto de dejarse al orden.

Estarán allí,

como si el derecho natural de volverlas nuevas,

fuese idéntico a la redención de lo que resulto inútil.

Quiero acrisolar el olvido,

y hacer con ello para mañana un acuerdo.

Yo iré en paz al fin,

sin hacer ningún esfuerzo por desentrañarme del mundo

Bajara toda la humana marea.

Sin vida la tristeza,

la emoción, la nostalgia, la alegría y el afecto;

hechos del desnudo fondo,

reunidos a una sola expresión

y a un solo gesto;

reunidos a este rostro pleno;

a este, mi sereno pecho,

donde reposa las emociones

hay veces an que no podemos voltear,

y de un sálpico mirar al SOL con nuestro mejor brillo,

pero podemos encontrar,

la lenguas de el posadas

sobre las sabanas abrigas

de un amanecer en la montaña,

quiza entendamos algun dia

que podremos estar tan cerca

como la nube en el cielo.....

subimos a un arco

en el que nunca se dispersa

las torrentes de aguas caudalosas

en las palabras que ocurren dispustas al olvido...

nadie sabra cuantas veces soñe con paisajes,

en donde aquellas sendas transitorias,

hubise podido pintar con colores fugaces

un amanecer en el infinito.