Leandro Rodríguez Linárez

(Intitulado LXVI)

Del medio día hacía atrás o hacía delante nada ha cambiado, siguen estando las porcelanas en sus minúsculos recintos, mi ventana se hinca para ver hacia abajo o se recuesta para ver hacia arriba. Las persianas agitadas como un mar vertical, las alfombras derramadas en la mendicidad del sol prófugo de entre las grietas de este cemento sin orejas, al parecer las alfombras no saben nada. Las lámparas como murciélagos luminosos y los muebles a punto de salir corriendo, transpiran. La casa del al lado desea romper su silencio y preguntar la hora, la ciudad está así, como un largo otoño publicando su mejor angustia… ¡Así es la palabra espera!  

 

LRL

 

6-9-2011