nelida anderson parini

URGENCIAS.

Amenazas con romper lo que hemos construido.

Si el pasado ya se ha ido ¿por qué lo hacemos volver?

¿No será desmerecer lo que hemos aprendido?

Del pretérito vivido sólo nos resta crecer.

 

Cuando el árbol es herido, pronto vuelve a florecer.

Deja que posen los nidos, que torne a reverdecer.

Su follaje florecido, el tronco a fortalecer.

Su raíz  ha extendido, sus frutos pronto a nacer.

De seguro su simiente, aunque hoy esté latente,

no tardará en germinar, pues es su deber lograr

traer descendencia al presente, en ello está asegurar

un futuro permanente.

 

Añoranza del ayer, recordar lo transcurrido.

¡El camino recorrido hoy no se puede torcer!

No habrán de retroceder: ni el pasado, ni los años.

No te llames hoy a engaños, haciéndote recordar...

No pretendas hoy fijar la mirada en el espejo,

escudrinando el reflejo, simulando que lo viejo

es lo que va a proyectar. No quieras encarcelar

este espíritu fogoso, intentando con un foso

condenarlo a soledad, ni en oscuro calabozo

su alegría aprisionar.  No será tu necedad,

la que siembre tempestad, ni camino tormentoso.

Recuerda él es curioso, de esta se zafará.

Sus alas desplegará, irá en pos de su verdad.

Raudo echará a volar, viajando a lo prodigioso

y con vuelo venturoso tocará la libertad.

Comenzándose a fraguar, con el aire misterioso,

el pasado que mañana ha de recordar dichoso.