Luis Rayo

SAN LUNES

 

En el silencio un nuevo día en el viejo aposento,

con apariencia de pereza me muevo como enano,

y me veo en el espejo con cara de gitano

y salgo corriendo con el viento.

.

Trabajo espera, espera que yo labore como el río,

sin descanso, con salario recortado,

y de paso solo viendo a chapulines salteadores

que se dan muy seguido entre los trabajadores.

 

Desanima a cualquiera verse

en esas oficinas con tantos aduladores

y los labradores del futuro que son sus moradores

cantan loas a la patria de la flojera

a pesar de la flamante hoguera.

 

Una jornada sin los encantos de las distracciones

no es faena, es sólo camino en el pedrerío.


 Despertarse con el trabajo en la mente para nada cautiva
y no es vida el trabajo sin cantares.

 

En vez de las tedios laborales

quisiera estar bajo la sombra de un portal

o de elegante palmera que diera fruta

sin yo moverme para sentir sus altares.

por eso en vez de trabajo,

quisiera yo invocar

los cantos populares

para no pensar en el trabajo

y no  volverme un desgraciado.