Geovani

Noche encantada.

 

Tus labios y tu boca en gran amor contenida,

Como lo contienen cada noche bajo la luna cristalina,

Mientras palabras pasajeras se suicidan,

En un poema sin final de pasiones vividas.

 

Noches entre nuestra alcoba fatigadas,

Pasión que enciende toda la habitación en llamas,

Ahora con todo tu corazón me amas,

Suspiros bajo la luna, bajo el sol, sobre el agua dulce, llenan la habitación.

 

Llena nuestra casa, toda la noche permanece,

Es como la sombra que cubre todo con su manto,

En lo más importante de mi vida te conviertes,

Me entregas con cada beso tu corazón hermoso y ardiente.

 

Las caricias recorren nuestros cuerpos,

Son como movidas por el silente viento,

Con nuestro amor hacemos un paraíso de un desierto,

Tanta así es la fuerza de nuestro idilio, eterno, vivo, presente, y en recuerdos.

 

Sobre tus brazos con aroma a violetas cada noche duermo,

Mientras los tornados de amor se mueven aquí, muy dentro,

Es un sentimiento tan hermoso y tan bello,

Beso tu frente, te abrazo y acaricio tu cabello.

 

Nuestras almas se abrazan y a un mundo sólo nuestro se van,

Envueltos en la pasión, entre besos, amándose en paz,

El tiempo existencial desvanece, no existe ya no puede pasar,

Mientras, mi niña preciosa nos comenzamos a amar.

 

La lluvia lenta, con gotas grandes y granizo comienza a llegar,

Recorriendo su agua los caminos, llenándolos de su frialdad,

Sólo nuestro hogar está intacto por nuestro amor, no puede la tormenta entrar,

Sólo saluda a nuestro amor y las gracias le da.

 

Noche en la que la oscuridad queda encantada,

Tranquila, al pie de nuestra ventana,

Papel tapiz del paisaje, color de fondo de nuestra casa,

Tropieza con el tenue resplandor del cristal en la terraza.

 

Las sensaciones nos llevan al cielo,

Calléndonos encima las flores de los cerezos,

Noche de amor que lo hacemos que vaya lento,

Así disfrutamos más nuestros besos,

Mientras siento la calidez de tu hermoso cuerpo.

 

Noche de caricias invadidas,

Se vuelven las luces de las velas un poco atrevidas,

Besos que nacen, embriagadores de tu boca,

Se junta con la mía, se unen una con la otra,

Se funden en un beso de pasión ingenuas,

Dejan sus huellas, aún sin tocar siquiera la arena.

 

“Nos cubre la sombra que se proyecta por la luz de la luna, llega a nuestra alcoba sin dar contestación alguna, sólo lleva a nuestra ventana el nocturno rocío, entretanto, nacen inesperadamente los suspiros, te envuelvo en mis brazos amor mío, nuestros cuerpos quedan embelesados, llenos de la primavera del verde prado.”