Diaz Valero Alejandro José

Animales extraños (Cuento)

 

Esto ocurrió en un bosque muy lejano y muy oculto; tan oculto que casi nadie en el mundo lo conoce. Cuentan que en ese desconocido bosquecillo, existían también innumerables especies de animales también desconocidos, y por ser desconocidos, eran para nosotros, sencillamente animales extraños.


Entre estas especies, se encontraban por ejemplo: el luacio, la raca, el fante, el so, el guila, la guana, y la bra.


Una mañana muy soleada, todos estos animales hicieron una reunión, en la cual plantearon abandonar el extraño bosque y andar el mundo hasta conseguir otro bosque más cerca de la civilización, que les permitiera convivir con otros animales más conocidos, y de esa forma hacerse conocer ellos también.


De manera que esa misma tarde emprendieron su viaje los extraños animalejos en busca de nueva forma de vivir. Fueron pasando los días, las noches, las semanas, los meses, y hasta los años; y estos siete extraños animales seguían su camino en busca de una nueva casa. El viaje fue largo y angustioso, fue tenso y agotador. Tuvieron que atravesar mares y ríos, escalar montañas, pasar días de hambre y noches de frío, pero nada, absolutamente nada detenía la firme determinación de convertirse en animales comunes.


El agotamiento fue mermando fuerzas en cada uno de ellos, los cuales con mucha voluntad y empeño lograba sobreponerse para continuar su viaje.


Una noche lluviosa el luacio estaba muy cansado, ya no podía ni siquiera caminar, entonces detuvo a sus seis compañeros de viaje, y les dijo: - Amigos, yo me siento muy mal, me temo que no podré seguir acompañándolos. Todos sus amigos se negaron, y cada uno se ofreció para ayudarlo a seguir y cumplir así el sueño inicial. Pero el luacio estaba muy mal, demasiado agotado, y entonces habló así a sus amigos: - Muchachos, sigan el viaje, no se detengan, que tengo el presentimiento que la llegada está cerca, y estoy seguro que ustedes llegaran a reunirse con animales del nuevo mundo, y serán también animales conocidos... Gracias por haberme acompañado hasta el final – Y dicho esto, cerró sus ojos y murió serenamente, mientras la lluvia incesante seguía cayendo en aquella triste noche.


De manera que la raca, el fante, el so, el guila, la guana, y la bra, siguieron su camino, cargando sobre sus espaldas el peso de la tristeza por la irreparable pérdida de aquel entrañable amigo. El luacio tenía razón, apenas el sol comenzó a brillar en el horizonte, los seis extraños animales vieron al fin el bosque que andaban buscando para vivir. Entonces decidieron entrar en él, pero como homenaje a su amigo el luacio, decidieron cambiar el nombre de cada uno de ellos, anteponiendo una letra del nombre de L-U-A-C-I-O al nombre de cada uno de ellos.
Así el Fante tomó la L, y su nuevo nombre fue: L-fante,
La Raca tomó la U, y su nuevo nombre fue: U-rraca,
La Guila tomó la A, y su nuevo nombre fue: A-guila,
La Bra tomó la C, y su nuevo nombre fue: C-bra,
La Guana tomó la I, y su nuevo nombre fue: I-guana,
Y el So tomó la O, y su nuevo nombre fue: Oso.


Así nuestros extraños animales hicieron su entrada triunfal al nuevo mundo, con nuevos nombres y renovadas energías, y desde entonces hasta nuestros días, vemos el ELEFANTE, la URRACA, el AGUILA, la CEBRA, la IGUANA y el OSO, como animales conocidos en todo el mundo.

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