RICARDO ALVAREZ

EL TÍTERE - de anuario

 

Cuerpo de madera, corazón de lana/

Alma de pulida estopa saliendo de su pecho/

Con que desparpajo

llora la marioneta humano

la fatiga del muñeco/

Con esmero lava su rojo sombrero,

estira sus brazos de hilo y

alienta su animo de invernadero/

Lo acuna en su lecho y

prodiga calor de caricia compañera/

Al pasar su mano de ceremonia

halla su madero deshecho...

                                          ¡El títere ha muerto!

De tantos apuros y empujones

en las troupees del circo

al afán de la moneda de su amo/

 

Lloró el maniaco usurero

su blanca muerte de prematura cana

con lagrimas negras de cuervo/

Cavilando anduvo su rumbo incierto

y de tanto amor siamés proclamado

dejó su desnuda espalda entre el basural del baldío

y la feroz mordida del pasto carnívoro/

 

Llovió ese día como un diluvio...

Como si el mundo quisiera lavar su cuerpo/

La mañana en decoro rodeó su agujero de agua

y por ley moral lo decretó arroyo/

Al llegar la límpida inocencia de los niños

a su santuario de fuente

no mostraron su luto cercano/

Ornaron de barquitos sus bordes de agua

y en sus manos guardaron

un alegre papel que sonriente decía...

¡Gracias por todas las risas que pegaremos al recuerdo!

Títere de alegre madero/