Hombre Sin Pulso

A veces dudo.

A veces dudo.

Lo reconozco, a veces dudo

cuando te veo rodeada de gente

y quien dice gente, dice bocas

dice ojos que no ven

dice oídos que escuchan sin oír

dice infame soledad.

 

Reconozco que dudo

y ya no sé si lo de ayer fue un sueño.

Ya no sé si te escuché o imaginé

decir que yo era tuyo

o que tú eras mía

o qué sé yo qué decías tú

o tal vez era yo quien lo decía.

 

Dudo hasta que, levantando la vista

atiendo a la llamada de tus ojos.

Entonces puedo ver que no he soñado:

te miro y leo en tus pupilas

que no hay sombras a tu lado

que me dedicas mil instantes cada día

que tus besos sólo son de mis labios.

 

Es lo que pienso cuando dudo

muy de tarde en tarde

sólo de vez en cuando.