Cieroska Porras

Sentada en una banca

 

Sentada en una banca he dejado rodar mis lágrimas

Corrieron por mis mejillas, mojaron mi cara y mi camisa,

Sola gemí de dolor sin miedo ni temor de sentirme vacía,

 Esta soy yo que grita en silencio, que solo tiene recuerdos,

Que lee una carta guardada junto a una foto que me engaña,

Esa carta en donde él juraba primero morir antes de causarme algún daño.

 

Sentada en esta solitaria banca me quedo quieta,

Sumergida en sueños que nunca veré cumplidos,

En deseos que ahora solo son míos, que pierden sentido,

Tomo de mi bolsillo un anillo frágil que alguna vez significo compromiso,

El amor que los dos juramos sentir, que prometimos con el corazón

En aquella mágica noche donde el amor era lo real y lo divino.

 Hoy solo queda este amor mío, que duele, que sigue vivo.

 

Sentada en esta banca escribo sin pensar,

Con los ojos llenos de lagrimas, estas que deslizan despacio,

Sin que sus labios las sequen con besos ni su calor calme mis miedos,

Escucho distante su voz cantando una canción –Es solo mi imaginación-

Me abraza esta soledad mientras yo extraño sus brazos,

Aprieto mis manos junto a mi pecho y siento como triste late mi corazón,

Dejo de respirar y sin querer tomo sus palabras para expresar

mi dolor, mi sentir:

“Yo no puedo siquiera poder vivir y volver a sonreír”… Ahora que estoy sin ti

 ...

 

 

 

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