Al ocultarse el sol,
al asomarse la luna,
al dormir el girasol
y el niño en su cuna.
Me voy al otro mundo,
al mundo de los sueños;
un mundo muy fecundo,
donde no existen dueños.
Allí puedo ser caballero,
rescatar bellas princesas,
llevando espada de acero
y realizar grandes proezas.
También puedo ser astronauta
y viajar por el espacio sideral,
o ser un experto cibernauta
y navegar en un mundo virtual.
Policía, super-heroe, bombero,
medico, vigilantes, ingeniero,
actor, cantante, enfermero
puedo ser incluso alfarero.
En mis sueños puedo saltar,
bailar, volar, cantar, nadar,
diseñar, crear, fabricar, ,
y todo lo que pueda imaginar.
Incluso puedo compartir una cita
con aquella que me robo el corazón,
puedo vernos en nuestra casita,
en un mundo sin ninguna razón.
Es un mundo creado según nuestros deseos,
una sociedad creada bajo nuestros ideales,
un universo modelado por nuestros manoseos,
una forma de vivir experiencias magistrales.