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Para ti

 

Galana de singular belleza

que te encuentras en un aura de llaneza,

ilusionando con  tus ojos nocturnos

a mí corazón con un amor profundo.

 

Naciendo aquí en las aras de suaves notas

con el susurrar del viento en que denota,

a una flor que llevo en el pensamiento

y que ha abierto en mí un sentimiento.

 

Kami de aquellos lindos sueños de

blancos, cuan botón de linda azucena,

alusión de un cariño

encontrados en resplandecientes primavera.

 

Tus recuerdos son como una estrella

que iluminan mi pensar,

haciendo que todas ellas

sean mi luz por donde he de navegar.

 

Esmeraldas de bellas clavelinas

que encontré en un lejano jardín,

rodeado de  un manantial de aguas cristalinas

como, si murmuraran en una sinfonía de violín.

 

Inspiran tus ojos dulzura,

cuan  musa de armonía remota;

nardo que siempre se notan

en tu silueta  y hermosura

 

Elogio de una canción de dicha pasajeras,

que se ocultan al final de la rivera

contemplando por el albor de las voces de sirena.

 

Fragancia de rosas siento al estar contigo

¿Por qué? eres la orquídea que me brinda abrigo,

llegaste amor a mi mar dormido

en lontananzas a despertar el Adonis fenecido.

 

Ónices de cual flor misteriosa

que son estrellas de perlas luminosas,

regados por el azul de los cristalinos ríos

que conducen al Edén de los ojos míos.

 

Estela de visual regocijo musical

del dina mar de ensueños, en laurel tropical,

avivando la luz de la ignífera llama

que se lleva en el corazón y el alma.

 

Nacida en los vergeles llenos de  ixodas

yo te adoro a distancia y a cada hora,

oro de ferviente y cautivante simpatía

que pone en embeleso a mi vida

y la llenas con un haz de suaves melodías.

 

Suspiros de ansiedad me arrancas

Cuando se ilumina la escena de vividas romanzas

undísona del alma que es pura y blanca

con el que das a mi vida una luz de esperanza.

 

Anclando tu senil mirada en mi corazón

porque en mi navega el velero de la pasión,

renaciendo de un sueño, cual hermoso lucero

inspirado por aquellos trinares de los jilgueros

en donde guardas la algarabía de la felicidad

que se encuentra dormida por la amistad.

 

Zalamería de tus encantos en mis caminos

porque contigo florecerá la poesía

que se encuentra cautivo,

en el vislumbrar de un enamorado

que tiene el  idilios de un ser apasionado,

por aquellos besos que no serán míos

 

de aquel amor que me es prohibido.

Autor: Andrés Roca