Leom Kolmnela

EL BESO DE LA FORTUNA 1

 

 

Me besaste y te fuiste, tu gran voluntad no fue,

rimaste mis lágrimas, construiste un poema.

Pero no reconociste en tu vida el por qué,

no supiste explicar, algo más de este dilema.

 

Me besaste y sentí, lo que siente un amante,

no fue el calor normal de un beso perturbado.

Fue solo una hoja de cristal, que se pareció a un diamante,

ya que no era un hombre, sino un niño enamorado.

 

Me dejaste sin aliento, me besaste y te fuiste,

no dejaste más en mí, lo que necesita el humano.

Pero te lo agradezco, me quitaste la hora triste,

y llevaste fuera de mí, todo lo que me hace daño.

 

 

Me besaste y te fuiste, esta vez sin regreso,

hablando con tu silencio, que se enfocaba en el mío.

Y Dios también hablaba, y no estaba satisfecho,

así sufría el mundo, el dolor de este trío.

 

 

Me besaste en la frente, donde no besa un amante,

Me besaste en la boca derritiendo a mí ser

Me besaste y creí que yo era un infante

Que de eso beso tuyo también podía crecer

 

Me besaste y te fuiste, me sentí un niño tierno

Me besaste y sentí derritiéndose a mi pluma

Me besaste y sentí que me fui para infierno

Me besaste I sentí que llevaste a mi fortuna

 

Me besaste sin quererlo quizás queriendo tanto

Me besaste en el olvido de una  profunda mirada

No es para proteger ni tu risa  ni mi llanto

Ni yo para ser amado ni tú para ser amada

 

Me besaste y después, sin rastros desapareciste

Me besaste y yo siempre aquel momento confieso

Me besaste y no es porque me dejaste tanto triste

Es porque no lo creía que el hombre vive por un beso.

 

 

LEOM KOLMNELA