Leom Kolmnela

AMOR DE LAS POBRES MEMORIAS 1

 

 

Llegó la mañana mostrando otra cara,

y no llevaba  más, tu cara de amanecer.

Como el agua de un  arroyo, que no se ve muy clara,

pero avanza como un río, que se va sin volver.

 

Así el amor tuyo camina por mi mente,

dejando una nube de polvo, en mi corazón dolido.

Así llegó por fin, un amanecer decente,

que sin pensarlo nunca, se escapó contigo.

 

Yo levanté mis ojos, sin saber que veía,

convirtiéndose en dos, note a tu bello cuerpo.

Después de este amanecer, sin saber que vendría,

cuando el sitio mío se lo llevaba otro.

 

 

Saqué mis deseos, por medio de una noche,

para no alcanzar a este amanecer.

Aun con una disculpa, o igual un reproche,

tú ya te has ido para no volver.

 

No tuviste pena por tu mejor amante,

el abandono nunca será una buen opción.

Hay mujeres que hacen algo semejante,

y a los hombres nunca, les piden perdón.

 

Sigue en tu goce, en el amor de otro,

a esta pena mía, tu la sentirás.

Aunque que sea lo mejor, o sea lo más tonto,

aun sabiéndolo bien, tu nunca lo sabrás.

 

Desperté en este día, sin saber más de ti.

Un insomnio tormentoso, se llevó tu cara,

también me contó que pasaste por aquí,

dejando en mi umbral, a tu sombra clara.

 

Tú existes aun en mis sentimientos,

cada amanecer mío contará tu historia.

Aun sin ser mía serás, de los vientos,

que soplarán siempre, a mi pobre memoria.

 

LEOM KOLMNELA