Rosa de los vientos

El caos armónico de la creación

Papeles, montañas, carpetas,

cuadernos, selvas y etiquetas.

Lápices, bolígrafos y gafas,

mesas, almohadas y agua.

 

Papeles y más papeles,

hojas que divagan,

vuelan y regresan

diferentes, nuevas, cuestionadas

y al poco tiempo olvidadas.

 

Papeles blancos, escritos,

coloreados, pintados, fotocopiados,

difíciles de reciclar,

pero transformables en la energía

que me ayudará a crear.

 

Libros, personas y personajes,

palabras, dibujos, historias,

fotos, páginas y versos.

 

Versos, versos…

Sueltos, acompañados,

con sentido o indefinidos,

críticos y analíticos

sentimentales, deprimidos,

un poco desencajados y patéticos.

 

Versos tristes, contentos,

aterrorizados y valientes.

Versos en papeles que viajan

preguntándose quién los lee

y qué piensan.

 

Versos cansados a mediodía y a medianoche

despiertos en melodías.

 

Versos  apasionados

sin preguntas o aquellas demasiado simples

con enredadas respuestas o silenciadas.

 

Versos acomplejados, encarnizados,

solitarios, no hablan,

aunque utilizan muchas palabras

finalmente, no dicen nada.

 

Versos vacíos, llenos…

Versos, amigos míos

que sólo quieren ser escuchados, libres

en el corazón de quien los recibe.

 

Versos escritos con amor,

aunque algunos destilen resentimiento y dolor.

 

Versos que hacen vivir, recordar, anhelar,

más allá del caos de la creación

y más cerca de cualquier sensación que pueda describir.

Ustedes lo saben, entienden lo que quiero decir.