clonariel

Aquí empiezan los flamencos

Aquí empiezan los flamencos

 

en su mansión de laguna.                           

 

Rectos tallos de sonrosada agua,              

 

transparentes rosas de cristal seducido    

 

son mis flamencos.                                        

 

 

Seres de grácil templanza, selectos         

 

en la soledad de su plumaje

 

y patas de bambú. Los vi por la mañana,   

 

luego por la tarde tiñendo el agua                

 

con albores y brasas.                                         

 

 

Cierro mis ojos y persisten las estatuas

 

del mutismo, de ardor virgen, desplegando

 

el discurso del ave, desarrollando etapas

 

en la fibra del aire.

 

geometrías románticas…

 

 

El pico se curva en barro alfarero,

 

¡cuántas pulsaciones de la brisa

 

tuvo que soportar! ¿Cuántos estallidos

 

de tormentas? Y el cuello de arco iris…

 

¡arqueándose hacia la vida!

 

 

Mañana seguirán su astro, estos pájaros.

 

En mi sueño de ojos adentro quedarán

 

su enjambre rosado y un jaleo

 

de siluetas a mis oídos. Nada más.

 

El cenit cuelga flamencos.