marco augusto

MI Maracay que se fue

Hoy la soledad,

inauguró una plaza,

la vieja plazuela,

de Girardot,

ya no sirve,

añorar.

Bajo las sombras,

de un samán centenario,

mis tristezas,

voy a desahogar.

¡OH! Recuerdos del ayer,

cuando por la plaza bolívar,

acostumbraba,

junto a mi novia,

irnos,

a estudiar.

Los pájaros,

de mi ciudad jardín,

emigraron,

sólo se les escucha trinar,

en la alborada,

por el tupido bosque,

de mi amado,

parque Henri Pittier.

Hoy nadie le entrega,

una delicada poesía,

a su querer.

Sólo me queda,

la melancolía,

de un respetable,

Maracay,

que se cambió.

Pero yo me quedaré,

anclado,

Junto a mis memorias,

en aquella ciudad,

donde de adolescente,

con mis primeros amores,

fantaseé.