GITANA DULCE

ENVIO

Cuando el amor me llame y no me encuentre,

cuando la voz, reclame el eco antiguo,

cuando aquel corazón desordenado

se vuelva contra ti en un alarido,

cuando sean inútiles los hombros

y las manos pesadas de caricias

se desplomen ardientes en la tierra

un saber de tu noche ni tu día,

cuando el agua con sal de los terrores

fluya de ti, quemante y enemiga,

cuando los pasos queden sin rescate

y tu sangre esté sola y ya perdida,

cuando el ángel sombrío cierre el muro

y ya no puedas ver sino la herida

de tus palmas lamiendo desgarradas

esa frontera fria.

Yo se.

Como se hoy, tu soledad de entonces,

tu sola soledad definitiva.