Jesús Lantigua

JAMÁS PENSÉ EN TUS ALAS

 

Jamás pensé en tus alas.

 

Sólo soñaba con tus labios y tus ojos.

 

Ansiaba palpar tu piel

 

y el cuerpo frágil, ofrecedor de miel.

 

Deseaba tus besos,

 

extraños ellos,

 

húmedos, mudos

 

y preso, yo, de aquellos nudos;

 

no distinguí tu vuelo.

 

Jamás pensé en tus alas,

 

porque el amor a veces, es verdad que es ciego,

 

porque en ocasiones se pierde en un juego.

 

Y sucedió un día

 

que por amar así, con loca entrega, casi sin ver,

 

al querer poseerte y no encontrarte mujer;

 

supe al fin de tu vuelo.