L' Sefer

Falsa Jugada. (...)

De nuevo saco a relucir mis cartas,

Para ver como abres la boca,

Para dividir nuestros áridos labios

Donde no dejan de gotear mis manos,

 

¿Porque no lloramos en un ataúd?,

Serán bienvenidos nuestros lamentos,

Donde nuestras palabras no harán daños,

Allí donde el culpable se esconde sin luz,

 

Oh. Dulce mentira que nos trastornas,

Que seduces nuestras almas sin retorno,

Donde la oscuridad no muestra los reflejos,

Allí donde se esconde mis sufrimientos,

 

Donde gozamos sin ver hacia ninguna vista,

Toma vuestra carta sangrada de ilusiones banas,

Hoy morirán de nuevo en nuestros corazones,

Que se han carbonizado siendo insensibles,

 

Ya no llores que todo está enterrado,

Y yo me doy como el culpable de los actos,

El incierto soñoliento ha muerto,

¿En tiendes cuando el alma se segó?

 

En el momento que supo que no vería ningún resplandor,

Puedes oír miles de quejidos pero no mires,

Cada cual está en su foso desquebrajándose las uñas,

Servidores de la vejes encapsulada en sus esencias,

 

Todos nos mentimos cuando la verdad pena,

Esa misma que se sofoca en mares de memorias,

Estréllate contra tú cajón hasta que pierdas la conciencia,

Para cuando despiertes tengas fuerzas en las venas,

 

De sepultarme en la jugada trampera,

Para que puedas cobrar la ansiada apuesta,

Donde el alma ha sido perdida en una mesa,

A la cual ya tenían postor y presa.

 

Y puede ser que sea yo el que venza