RICARDO ALVAREZ

RONICEVA

 

 

Hoy los ojos no lloran

su lagrima de amapola

porque en tus pestañas reposa Morfeo

y en tu boca de latido

la sangre retoma el camino de la vena

al corazón enrojecido/

 

En la niebla se asesinan

los aleves mordiscos/

Suavizan su empujón resignado

al rozar tu corteza de algodón/

Un fluorescente suspiro deja el astro luz y

la sombra esconde su mascara

bajo tu piel alfombrada/

 

Yo busco en ti, mi amada...

La historia de tus rojos/

La catarata de tus pupilas/

Con osadía nado tus mareas abiertas

busco la submarina llave

que abra mi boca de pronuncio

y mis labios inventen una palabra

entre tanta locura enamorada/

 

Con fervor de ariete mi lengua

abriría los portales de tu alma

soñando una feliz muñeca de trapo/

Ahora duerme Roniceva...

Que la noche camina con sus zancos

y aparece preñada de maravillas/

Destinataria de mis labios heraldos/

A tus silabas en deletreo

colmaría sus deseos/

Buscando del cafetín a la biblioteca/

Armar de tu sueño un cometa de letra.