angel de luz.

LA CIUDAD DEL SUICIDIO

LA CIUDAD DEL SUICIDIO

 

El ángel abraza en la mañana el cuerpo que se prepara sin saberlo

En su plano físico al desprendimiento entre ambos.

Detrás de sus espaldas surge el nuevo amanecer a muerte en un cielo

Que ha sus ojos ve esplendoroso

Y el alma lo ve lúgubre.

 

Canta el alma a la soledad formada de penas

Por el oscuro pensamiento a la fatalidad en que se encuentran los hijos del cielo hoy.

está el ave de rapiña con olor a jazmines

Solo quieren ver la falla

Ni débiles deben dejarlos sentir

Los quieren hacer fuertes

Al levantarse saben que habrá un momento decisivo para su vida

Mas el suicidio para algunos no se contemplo

Trasladan todo sentimiento hacia el acabar

De un modo u otro

Pasar el umbral será la opción.

 

En la ciudad del suicidio las mentes se deterioran.

 Se elevan las notas de la tragedia interior

El drama sin ser detectado por  el forastero.

El desenlace lo ven cuando el cuerpo ha caído

Como un ángel sin alas, dispuestos al sacrificio

Para no hacer sufrir a otros y de paso dejar las cargas

De su esclavitud.

 

Como ver que sufres hermano,

Si mi ojo detectara la mínima cantidad de luz que hay alrededor tuyo

Correría aun al encuentro de tu cuerpo

Y abrazaría a tu alma para no dejarla partir.

Inclusive con el ser querido

Duerme a solo centímetros

Se ven en una paz y calma infinita.

Porque nos haces sentir tan infames al volver a recordar la ultima vez

Que se ven vivos.

Estoy desprotegida por ignorar tu soledad.

Al igual comprendo a mi Dios, pero yo te pido

Mi buen ser de luz, ser amor oportuno

Y detenerme a escuchar la voz que busca consuelo.

 

Carrera al encuentro definitivo en la línea de partida hay esta.

La línea blanca, blancos como los pensamientos que nublan la razón

Esta a punto de volar sin desafiar la gravedad

Desconociendo en que infortunio su alma quedara.

 

Siento pena al ver un cuerpo

Inerte en un diario, verte en la televisión como amenazas la vida

Y dejas un testamento que la humanidad lee como tragedia

Y tú la compartes al final a tu modo.

Sin que nadie haga suyo los clamores

La justicia en donde estará,

Soy un hombre muerto en vida

Que solo ve pesares y calles noctámbulos que alimentan la desolación.

Soy el faro que cuelga de un bote viejo que se quiere lanzar al mar por una causa

Que con razón o sin razón me arrastro hasta ahogar la luz

Y  se extinga en la lejanía del horizonte

 Alguien la vea como una luciérnaga más.

O un destello de la luna que el mar refleja.

 

En la ciudad del suicidio se deteriora la salud

Moral y mental de mí hermano.

En cuya suplica ve la esperanza para vivir

Y la razón para morir.

Ya no se oyen tus clamores o condolencias.

No veo tu mano extendida

Más bien no se comprende el alboroto formado

Solo interesa ver volar el alma hasta el cielo

Para encontrar consuelo allí.

Solo ruega al Dios para tener compasión

Porque ya se paso el umbral.

 

La ciudad del suicidio muestra el drama

Un cuerpo delimitado por una línea sobre la posición

En el pavimento.

Las fotos, es espacio que ocupo, sigue ahora

Investigar las causas, pero el efecto quedo hay.

 

Al levantarlo su aliento sigue muriendo

Vio caras de tragedia.

El dolor se desvaneció

Y su familia encuentra consuelo

En la esencia que dejo.

Volver a ser tocados será su sueño

En cierta medida entonces todos morimos

Por hacernos prisioneros de las imágenes de la huella del cuerpo

Y  el amor se tumba a su lado

El ser querido que llega para darle el ultimo adiós.

 

Ángel de luz.