Dulce condena

Para qué aparentar que no me quieres mirar

Para qué aparentar que no me quieres mirar,

Para qué disimular,

Si te mueres por hablar,

Para qué evitar las miradas que quedan tan grabadas en el alma,

Que te dejan atrapado, alterado y con el corazón desbocado.

 

 

Para qué ocultar que me quieres besar,

Que más da lo que digan los demás,

Para qué fingir que no te mueres por mí,

Si tú sabes que haría lo que fuera por ti.

 

 

Que es lo que perderás al mirarme,

Que es lo que te robaran mis ojos,

Dime porque figuras no encontrarme,

Si aparte de mi no hay nadie.

Entonces dime:

 

 

Para que aparentar que  no me amas,

Si yo vivo esperando de tus ojos una mirada,

Para que aparentar indiferencia,

Si no soportas mi ausencia,

Para que ocultar que me condeno sin tu mirar,

Que vivo deseando tus labios,

Que sufro la tentación de tu cuerpo,

Que sueño con tu voz,

Que delirio con tus ojos.

 

 

Tú sabes bien que de nada sirve aparentar,

Por que en tus ojos lo puedo mirar,

Tú me amas,

Me lo dices sin hablar,

en tus ojos la verdad esta.