David Goya

DESVARIO (David Goya)

Tengo todo mi cuerpo mal herido,

y mi triste alma lacerada

mi corazón ya agoniza adolorido,

de latir para una vida fatigada…

Quisiera desvanecer este anhelo apetecido,

y luego entonces, no pensar en nada…

 

Sueño por las noches,  extrañas odisea,

y luego en la mañana a mi pensamiento escruto,

no obtengo lo que el alma desea,

solo una cosecha de amargo fruto,

que trato de esconder, porque nadie vea…

-tras el sufrimiento, ¡un cuerpo enjuto!

 

“En éxtasis,” ven mis ojos una reina ondina,

de rostro celestial, y pecho túrgido,

luego mi ser hacia ella se encamina,

sin saber que se dirige a la región del olvido;

y es el terrible fracaso que me desanima,

ha luchar, por ese anhelo que nunca he tenido.

 

Algunas veces; lleno de alegría mi rostro parecía…,

ante la tarde llena en crepúsculo de rosa,

que a la copa de los árboles teñía,

diluida en fresca tarde luminosa,

cuando de improviso una mano unía,

a mi mano distraída y temblorosa.

 

Pero pronto mi alegría, se volvió límpidos cristales;

del cual solo el silencio es testigo,

quedaba sumergido, en lejanías mis ideales…

y todos los deseos, que tras las nubes yo persigo…

nunca tuve bienes, solo males,

y de compañera, la soledad esta conmigo.

 

Aquí descifró mi esperanza remota,

restregándome los ojos, de la lumbre incierta,

y no lo hago canto por faltar las notas,

esas notas…, de las aves cuando despierta,

a la triste realidad de mi derrota,

que ya tiene mi alma desierta.