HABÍA UNA VEZ UNA CASA VIEJA Y ABANDONADA, UBICADA A LAS ORILLAS DE UN ESTERO, LO BORDEAN HERMOSOS SAUCES LLORONES. SUS RAÍCES SE EMBRIAGAN CON EL CRISTALINO FERVOR DE LAS AGUAS QUE LLEGAN EN FINAS CORRIENTES A SUS PIES. DANDO VIDA ADEMÁS, A NUMEROSAS PLANTAS Y FLORES QUE A SU VEZ IMPREGNAN SU AROMA Y VIAJAN EN EL AIRE, PERFUMANDO EL AMBIENTE DE AQUEL HERMOSO LUGAR.
A DISTANCIA SE DISTINGUE LA CASA PINTADA DE COLOR BLANCO, SU COLOR YA NO ES EL MISMO. DESCOLORIDA POR EL TIEMPO Y EL ABANDONO LE DAN UN CARÁCTER RAÍDO Y DESGASTADO. SUS GRANDES VENTANALES, CON SUS CORTINAS DE ENCAJE MELLAN MÁS SU DETERIORO.
PARA MUCHOS DE LOS LUGAREÑOS, ES SIMPLEMENTE UNA CASA EN RUINAS. AL PASAR POR EL CAMINO SE LE CONTEMPLA ERGUIDA Y FUERTE, LOS COLORES SE MEZCLAN CON LOS RAYOS DEL SOL Y CON EL ARCOIRIS QUE ASOMA DESPUÉS DE UNA TORMENTA.
SE ABREN LOS CAPULLOS DANDO VIDA A ESA ENORME MANSIÓN. DURANTE TODO EL TIEMPO TIENE VISITAS, QUIENES SE ACOGEN EN SU INTERIOR, HACIÉNDOSE DUEÑOS DE ALGÚN RINCÓN. ANIDAN Y LA FAMILIA CRECE, ESPECIALMENTE EN INVIERNO.
SE REFUGIAN EN ELLA, ESCAPANDO DEL FRÍO Y LA LLUVIA, AL LLEGAR LA PRIMAVERA, SALEN A JUGAR CONOCIÉNDOSE POR PRIMERA VEZ, QUIÉN DIRÍA VIVIENDO EN LA MISMA CASA Y SIN CONOCERSE, HAY QUE DARLE TIEMPO AL TIEMPO, HASTA QUE AL FINAL RECURREN TODOS AL MISMO LUGAR, SABOREANDO EL MOMENTO EN QUE POR CASUALIDAD SE DESCUBREN. SALUDÁNDOSE Y SIGUIENDO SU PROPIO CAMINO O SIMPLEMENTE PARA JUGAR, HACIENDO ASÍ DE AQUEL PARAÍSO SU VERDADERO HOGAR. LA GRAN MANSIÓN SE LLENA DE VIDA Y ALEGRÍA, DEJANDO TODO PARA LAS SIGUIENTES VISITAS, HACIENDO DE ELLAS TAMBIÉN SU HOGAR.