Querida hija, nueve meses juntas compartimos… Dentro de mí encontraste todo lo que tu corazón necesitaba.
Mi Dulce Princesa desde el fondo de mi alma te digo… No quería que nacieras en los últimos días de mi embarazo… Quería que te quedaras en mi vientre por la eternidad para seguirte cuidando y dando todo lo que tu necesitabas para vivir… Pero eso no era posible… Naciste el 10 de febrero de 2011 a las 9:20 hrs. de la mañana….
¡Que hermoso fue conocerte! Tú callada escuchando mi voz, moviendo tus ojos, demostrando tu amor y reconociéndome como quien soy…Tu Mamá…
Martinita como quisiera devolver el tiempo Una y otra vez para revivir nuevamente Ese momento especial que viví junto a tí…
Mi niña hermosa, un 14 de Febrero Partiste a convertirte en un hermoso ángel del Señor, no ha sido fácil para mi sobre llevar tu ausencia, un pedacito le falta a mi corazón y esa eres tú, Me consuelo al saber que estas junto a Dios, Pero soy humana y aun tus recuerdos inundan mi mente y mi corazón.
Mi Dulce Princesa tuve la esperanza de que Dios me concediera el milagro de que nacieras sana y te quedaras junto a mí… Pero el necesitaba un ángel y te eligió a ti… mi consuelo día a día es saber que tengo un ángel para compartir que a veces se convierte en mariposa otras en pajarito para visitarme y decirme despacito…
¡¡¡¡ Mamita… estoy aquí!!!
Por eso Martinita…mi Dulce princesa te digo con el corazón “Olvidarte nunca, recordarte siempre y Amarte hasta la eternidad”.