Job Rodriguez

+ Banco de memorias...

Cuando el fuego consume los cielos

Una mariposa aletea sobre el firmamento, convirtiéndose en ceniza por lo incierto

En un antiguo espejo, en su trasfondo se ven los reflejos de los recuerdos

Fragmentos de arena en el tiempo

De aquellos días sentados bajo el árbol… Norte, Sur…

Una moneda de plata danza en el filo de la luz

Un ente que no conoce su medio ser que es proyectado sobre su lado ciego.

 

En un dormitorio silencioso, mas no ausente de eco, se prolongan las sombras

Se adueñan de aquellos ojos y sus pensamientos en los que esta absorto

Su mirada clavada en las figuras prediseñadas por la poca luz que rompe la total oscuridad…

Unos pasos se hacen presentes fuera de su mente

La crujiente madera de las escaleras da respaldo a lo que se aproxima, cada vez más cerca…

Su respiración concuerda en la armonía con un pequeño grillo, que bajo la penumbra de la noche escribe su lira

El latir de un corazón con temor se para ante el umbral de una puerta

Su mirada permanece impasible, absorta en aquellas figuras de luz danzante.

 

Las estrellas parpadean

Se desprenden del cielo a pedazos de cantos

Dos personas en un dormitorio a Morfeo esperan…

En el iris del que reposa se ven aquellas hojas caer

Mira al cielo pero contra su espalda se encuentra  su único deseo

A su lado, un lago congelado

Muestra que desde ese lapso las memorias no han cambiado

En sus ojos las lágrimas no se ven presentes

En el reflejo del hielo, se ve sangre derramada por una muerte

Unos ojos perdidos en las pequeñas llamas que bailan sobre la nieve

Como las luciérnagas bajo la cama en el oscuro, ruidoso y silencioso dormitorio en el que duermen dos entes…

 

 

El latir del corazón ahora parece ausente

Los ojos del otro sueñan un sueño que en la realidad no es verdad

Una fría caricia recorre su piel

Entre sus cabellos, unos gélidos dedos encuentran un lugar donde dejar su querer…

 

Se escucha una pluma trazar versos al azar…

Aquel que esperaba verte levantar ahora camina al murmullo

En el cielo, ni una muestra del amanecer

 

En sus recuerdos el lago se ha descongelado, el tiempo se ha roto

Al otro lado de la moneda, un suspiro se ha marcado en la plata que los separa

Un musitar a los vientos se ha lanzado

Como una golondrina con vivaz color el cielo ha surcado

Norte y Sur…

 

Existe un lugar donde la realidad no altera la ley

Donde la vida es esto, una escritura en un arrugado y viejo papel

Ahí bajo ese árbol, desde un lado de aquel abismó

Sobrecogido de temor, se arma de valor y desafía

Entre las abrazantes sombras del cuarto, en un último intento de sentir la luz, no con sus ojos, sino con el corazón, alza su mano y encuentra calor al otro lado…

Sus ojos se cierran tal cual telón al caer la última de sus estrellas

Aquella lagrima celestial que le concedió su deseo en aquel frívolo lugar

El corazón latente abraza su cuerpo desnudo sin ataduras bajo sus frías caricias

Cuando su mano se desvanece al encontrar descanso

Dejando una leyenda encapsulada en el tiempo y cincelada en el porvenir de los vientos

Una lagrima y una sonrisa que en su rostro muestra que si fue una vida…

Orgullo y victoria…

Realidad y amor…

Todas ellas marcadas en su última sonrisa…