Geovani

Noche por ti poseída.

 

Deseo de amor en tus manos cuando tocan la luna clara,

desplaza a las sombras, se llena el espacio de luz y palabras,

todo lleno con nuestro amor, con la tintineante llama,

aires románticos que se posan en nuestra habitación desde la mañana.

 

Nos cubre una manta de estrellas y pétalos de rosas aún rojas,

crepúsculo cargado de invierno, lleno de amor, de nuestros besos.

Del sabor de tu piel, de tus caricias tiernas, de tu cuerpo,

lleno de palabras amorosas, de tus labios dulces, de tu inocente boca.

 

En compañía de nuestros abrazos, en los que estamos inmersos,

en los que cada noche pasamos tanto tiempo,

nuestras manos entrelazadas, noche por ti poseída,

tiene escrito tu hermoso nombre, en cada parte de sus sombras distraídas.

 

Los astros desde la noche anterior a las estrellas seguían,

todo para llegar a ti, mirar tus ojos, mirar su sonrisa,

quieren conocer todos tus secretos,

los que me cuentas bajo la sombra de los abetos.

 

Vivimos en un manantial de amor, de alegría,

almas ilusionadas entre besos suspendidas,

suspiros abandonados, románticos que oscilan en el cielo,

un amor que cada noche renace, se redescubre de nuevo,

lo más hermoso que en mi vida poseo.

 

 

 

Noche terrenal y fantástica llena de fuego,

pasión inmortal que vivimos en nuestro lecho,

envuelto entre la caída de las hojas,

entre fulgores de la noche, en el vuelo de las palomas.

 

Resplandecen en la oscuridad tu sonrisa, en ella me pierdo,

en los dulces sabores de tu boca, en la maravilla de tus sueños,

en el gozo lento del deleite de tus deliciosos besos,

en cada letra que escribes en invernales versos.

 

Renacemos en las sílabas de nuestro idilio,

las que describen cada una de nuestras noches de delirio,

las que el viento las lleva al mar, las pasea entre los veleros,

algunas se quedan prisioneras en las ramas del limonero.

 

Noche en que inundan nuestra alcoba nuestros afectos,

momentos tan hermosos, inolvidables, perfectos,

queda incrustada tu silueta en nuestro espejo,

con él tu aroma que acompaña para siempre tu reflejo.

 

Promesas de amor a cada instante pronunciadas,

nacen sin pensar, son tan comunes entre nosotros que nos llegan al alma,

imágenes desenfocadas convertidas en vocablos que deslumbran,

se convierten en mis manos cuando te acarician en ésta noche de amor absoluta.

 

“Noche de amor que nos lleva a la deriva, entre los márgenes del secreto de una inusual isla, noche sonriente llena de felicidad y de atracciones, llena de nuestros besos que vuelan al horizonte, estación celeste y oculta, ahí nadie nos encuentra, sólo nos acompaña la lluvia.”