RICARDO ALVAREZ

INSOMNIO - de anuario

 

 

El reloj me clava aguijones por mirada,

con la táctica del muro donde se suspende

agita el orden de la sangre y libera

su ansia patética de precipicio acelerado.

Mira cruel y ciego,

como la mujer vendada

que derritió la lealtad de su balanza.

 

Entra el agnóstico clamor de la noche larga

mientras descuento puntos al reposo,

el ritmo de los pasos y las voces peregrinas

alejan las cortas piernas de la tarde,

las agujas ultrajan el alba

como caballo con barba y crin tiesa

a quien tusaría a dentelladas sus pelos de siesta.

 

Con sicaria puntualidad

mueve su aspa fina de sonido y gota,

suena como descorchada plomería, y

en femera de cisterna explotan los grifos al borde de la cama.

 

Me queda el inalcanzable deseo de dormir tecleando la almohada

cuando desciende su péndulo de clic en pared y

con el dolor del clavo penetra mi madero de sueño.

 

Fibrila mi tiempo de reposo su golpe de infarto,

El día me halla con el párpado de la luz y su paso...

El reloj mira y ríe...

Ha ganado el tiempo en su batalla y

el borne de mi narcosis se desveló en la guerra.