Luis Antonio Osorio

Una prosa que se quedo en prosa....

Se fragmenta un destino, se dispersa una vida, la sinfonía sigue su curso, track numero 7, autobuses en el jardín hacen magia de insomnio en mi cien adulterada, las cosas ya no son como antes, el neon se grafiíta en la calle como obra de arte, y mi mundo que giraba al compás del agua del retrete hoy no gira, por no pagar la factura... del agua... del mundo... pronto acabara el track siete, con el acabara una historia, acabara un libro, iniciara una anécdota que será a veces alegre y a veces triste de recordar... Beethoven esta muerto... y maldición!! lo sigo escuchando, se cuela en mis oídos con su droga de decibeles, se funde en la primera membrana de algún hemisferio de mi cerebro, inmortalizado esta en el acetato de la vieja vitrola, en el violín del chico novato de las cuerdas, en la habitación de algún desesperado poeta, detrás de alguna puerta, aun así, no deja de estar muerto, muerta su vida, muerto su cuerpo, aun así, no deja de estar aquí, acompañando esta dispersión, esta desfragmentación de este humano que pretende igual que el quedarse clavado en lo surcos de algún disco con su historia de vida, con sus anécdotas distorsionadas por la inseguridad de alguna decisión. Las historias son para acabarlas y me conforta pensar que siempre habrá una segunda parte, sea buena o mala, siempre la habrá... Cuando el track siete acabe, daré play para revivirme...