Cada mañana de mayo cuando tu cuerpo me mira
Va reposado y excelso entre la sábana blanca
Deslizándose confiado sobre la ilusión de vida
Los ojos entrecerrados y la sonrisa tranquila
Luego los primeros trinos de las aves me despiertan
Como serenata tuya cuando mueren las estrellas
Porque las fulmina el sol y con la luna se van
Al grito de la ilusión, pero sin decir palabra
Cuando la voz del amor se confunde con el alba
Con los rayos matutinos que te bañan sin rubor
Desde mi ventana abierta al viento y al resplandor
Mientras tu cuerpo desnudo despide aromas de flor
Amanecer en tus brazos acariciando el amor
Es nacer cada mañana del brote de la pasión
En la orilla de tus labios y en el principio del sol
Y llevarte de la mano al ritmo del corazón
Cuando las sombras se van en las alas del adios...