rouz64251

EL ANILLO

Más chica que la flama de un cerillo

Pero constante y siempre inagotable

Quemando mi dedo, un ario anillo

Historia grabada de un sentir inflamable

 

Incluso ahora, después de tantos ocasos

Rehusando el olvido, mantiene calidez

El único calor que se siente en mis trazos

Compañero constante en mi lobreguez

 

Como si su verdadero amo se lo ordenase

Como si ella quisiera vigilar mis pisadas

Con cada nuevo día, su fulgor renace

Su querer fue atado a lo único que restaba

 

Un beso de despedida en el último eslabón

Aquel que fue forjado en el adiós definitivo

Que todavía ardiente, en mi dedo se posó

Para no olvidar su silueta mientras siga vivo

 

El metal se incrustó entre piel y hueso

Abrazando mi mano a falta de la suya

Para brindarle calor a un cadáver confeso

En largas noches en que admira a la luna.

 

Andrés Ruiz H.