Leandro Rodríguez Linárez

(Intitulado XLIV)

Verte, recibiendo el
madrigal de mis papeles, ladrillos donde transita mi pluma como pequeños
amaneceres. Verte, a mi lado como la montaña más alta o el abismo más profundo,
que sean mis manos que decidan el reto y extirpe las treguas. Verte, cada día
como un jardín donde florecen rojas las cenizas de los corazones extinguidos, como
un viento colorido donde viven los corazones que aman. Verte, como una nube que
no supo volar y bajó el cielo, como un mar que no separa, que no aleja, de
traslucida y terrestre intención. Verte, como un libro infinito, como una copa
disgustada con su fondo, de euforia inacabable. Verte amiga y enemiga, grande y
pequeña, verte y escucharte, que de tu boca salga te amos y solo calle para
besarme con besos que no se heredan, verte.

LRL

21-7-2011