Respóndame usted señor de atavío, si esa rima que atesora
es de puro libro y labio, biblioteca y letrado.
Porque mi bruta mano hasta hoy no ha dado
ni un solo faconazo de hígado ni una puña traidora.
Si dice que mi palabra no parece de pluma
sepa bien que mi zaino burro no diluye a la batalla
y mi lengua de herrumbre aun no caya,
ni la apacigua el rayo, ni la asusta la bruma.
Insisto con mi replica pulsando la bordona,
arpegiando tres únicos tonos de ruina
pero cada tanto suelo pulsar la prima
con un solo tinto y una grapa barata sin corona.
Tenga usted mis prestaos oídos de escucha
que mas de un ruano apareó con yegua y salió mulo,
no tengo un porque nací manco y de todo nulo
pero he payado del aire al bulin, mas de un carajo y algún pucha.
Como se cortó la segunda y no leo partitura
me yevo mi espuela pa otro lao
me suebra otra espuela que arremete con bravura.
Cuando quiera usted una nueva cita solo avise
a mi perro maleducado que suele morder al abrir la jeta
cuando mi canto encuentra un ego sin bragueta y
dele mucho esmero a su guitarra porque la mia ya la afiné.
Sepa usted compadre de ultramar que acá el café
se toma con porongo y bombilla y a más
de un pendenciero iluso deje colgao en la silla
porque aunque me falte letra, me suebra el coraje y la fe.