Gerardo Barbera

CON LAS MANOS VACÍAS

 

Se creían indispensables

Y ahí yacen, en el silencio eterno,

tendrán deseos de escuchar, de sentir,

de amar lo que antes despreciaron,

como fieras dementes,

desearán huir,

correr, hacia la nada, como perros salvajes,

como almas que mueren para siempre.

 

Será locura el sufrir de los muertos,

será la vida el recuerdo,

el amor que no dieron se esfumará,

no habrá tiempo a la esperanza,

las manos vacías serán la sepultura,

del que nunca supo amar.