Se me ha quedado el tiempo sin retorno
en el reloj vacío de tu ausencia
y en el capullo de la rosa vieja
agoniza el perfume sin presente.
Uno por uno pasan sin asombro
los fantasmas vestidos de recuerdos,
que dormidos allí, en ése tiempo
me han traído el aroma de tus besos.
Pero hoy que los amantes se han marchado,
en busca de otro sol y de otro cielo,
lejos de lo mundano y del destierro
que ha dejado la lluvia trás el viento,
me pregunto; ¿Dónde se oculta el tiempo?
¿Dónde mueren las hojas su silencio?
.
Lilian E. De Marco