Diaz Valero Alejandro José

La cayena amarilla (Cuento)

En un jardín muy colorido volaban tres mariposas amarillas, siempre andaban juntas, pues eran amigas. Siempre volaban y pasaban el día entero juntas.

 

Dos de las mariposas eran muy alegres y divertidas la otra era muy triste y melancólica, no desperdiciaba la menor oportunidad para posarte en alguna flor o en algún tallo y quedarse allí quietecita juntando sus alas , mientras sus compañeras batían y batían sus alegres alas siempre desplegadas al viento.

 

 Las dos mariposas alegres siempre trataban de convencer a la mariposa triste a que volara; a que se divirtiera con ellas, pero era difícil convencerla, y ésta ya cansada, un día decidió quedarse paradita en el tallo de una mata de cayena. Sus amigas alegres y divertidas nunca quisieron abandonarla, y decidieron, con ánimos de acompañarla, posarse junto a ella, pero con sus alas abiertas y no juntas como aquella.

 

 Desde aquel día las tres mariposas amarillas, las dos alegres con sus alas abiertas, y la triste con sus alas juntas, se posaron eternamente en aquel jardín, convirtiéndose con el tiempo, en una bella y elegante flor cayena.

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