Dulce condena

Acomodando la realidad para no caer… sabiendo que voy a desaparecer.

Esa sensación de que todos los detalles no importan,

Ese sentimiento cuando las cosas no tienen ningún sentido.

 

La dulce depresión se oculta tras una sonrisa ensayada que deja entrever días de amarga soledad, ahí se encuentra la maldad escondida y revestida de un encanto abrazador.

 

La oscuridad esperando el momento correcto de salir esta.

Esas oleadas de frio que recorren mi cuerpo,

Me hacen sentir como algo muerto,

Saber de ti es complicado,

No se si me mata o solo me hace daño,

Me consume  pensar que estas conmigo,

Sabiendo que no es así,

Aun en el olvido.

 

 

Mi piel se impregna de fuego,

Como metal fundido,

Siento el corazón abatido,

Al Intentar pensar que todo esta bien,

Acomodando la realidad para no caer,

Dando pasos en falso hacia el abismo,

Sabiendo que desapareceré.

 

 

Como me consume esta miel,

Amarga y seductora a la vez,

De tu hermosa piel,

Que me hechiza y me atrapa,

En su maldita trampa,

A estar junto a ti me condenas,

Sin poder huir de tu lado,

Ni poder ser feliz allá afuera.

 

 

El Alejarme de ti es un castigo interminable,

Pero el estar cerca de ti me consume en un dolor insoportable

No quiero saber de ti o de ella,

 Pero es inevitable no seguir  tus ojos posados en ella.

 

 

¿Que porque no me alejo?

Dímelo tú

Dime que es lo que se debe de hacer,

Si sus ojos hacen olvidar cada plan construido en tu mente,

Si te hace olvidar cada lengua de fuego dentro de ti,

Pero te infringe un dolor diferente,

Casi ardiente que te impulsa a acercarte a el nuevamente,

Entonces dímelo tú,

¿Me voy o me quedo?

Como evitar construir caminos para pensar que el amándome seguirá.