Diaz Valero Alejandro José

Tu presencia

Ayer estuve en la plaza

viendo a los niños correr

y te vi jugando descalza

con tu sonrisa de miel.

 

Salí a ver  la luna llena

para contemplar su brillo

y   vi la sonrisa plena

de tu labios purpurinos.

 

He salido por las calles

a caminar en silencio

y te vi luciendo encajes

adornados en tu pecho.

 

Salí a la solitaria montaña

a ver si escuchaba un eco

y escuché tus carcajadas

resonando desde adentro.

 

Anduve por un sendero

caminando como si nada,

y vi tu rostro sereno

en cada mujer que pasaba.

 

Tu presencia me persigue,

tu recuerdo me alimenta,

y por eso, el que suscribe,

escribe mientras te piensa.