Por fin completo...
sé que existes.
Tanta asfixia en ganas,
que por anhelo acuchilla,
se alejo extinguiendo
al encontraros a vos
repintando los pasillos,
las barandas carcomidas,
oxidadas de mi vida,
reparando los balcones,
las estancias,
de mi hogar, de mi corazón.
Y sembrada de feminidad
pestañeas y me dices
-no te creas deudor
en esta locura de locuaz amor,
ni tanto en el amor que me profesas
como en aquel que erizándome...
¡me place!...¡me llena y embarga!
y al sentirte cerca
sea por cuerpo o mirada,
eres musa que me inspira
y desatando la dicha,
le desabrocha al silencio los botones,
para se vea, suene y tenga él,
disponga él hasta del habla.
-Sepas...igualmente intensos
son mis sentimientos,
y aprovecho este instante
para darle gracias a la vida,
al apercibir la sinuosidad posible del gozo,
al advertir junto a ti
a la creación salpicando
tomillo y romero, con su esencia
tomando y rociando un cuerpo,
en el palpitar de tu existir;
como magnífica suerte,
espléndida, ausente de muerte,
en mi senda vertida.
Desde la hora en que nos conocimos,
somos imanes,
atrayentes y atraídos.
Con ilusión vamos,(como caminantes)
de ella sirvientes, (como humanos)
marchando desnudos;
hacia lo divino.
Compenetrados nos fusionamos
con vivencias que nos acompañan,
queriéndolo o sin pretenderlo...
como acordes de una guitarra,
como solos de un piano,
como nanas o estribillos;
y estrechamos sapiencias,
sorpresa tras sorpresa,
catamos el agua y el pan,
o la fruta líquida esparcida,
en la copa de buen vino.
Nos atendera el mejor de los soplos (él nos espera)
espera, porque nos ha de llevar
hasta la cima,
hasta la esperanza posada
en una mágica y única flor esparcida
sobre el largo, sobre la extensión
de cada una de las próximas primaveras.
Hasta allí, donde los cuchillos
pierden su empuje,
romo su filo,
su hoja (por propia voluntad)
desmembró el borde;
consiguio omitir, desmentir,
confabulaciones y guerras,
destronar los odios habidos
tanto en el pueblo como en la corte.
318-omu G.S. (bcn-2011)