RICARDO ALVAREZ

HOJA MIA PARECES -- de v.p. VERONICA

 

Hoja de otoño pareces

cuando doblas tu espalda de espiga y

sobre tu vientre danzan en circulo los labores de la niebla

batiendo sus plumas de libre gaviota,

frente a tu exacto pecho amarrado al nenúfar.

¡Hija del tilo y la pasionaria!

Calmas la mordida de las bestias y

en tus pestañas inicia la violeta su rito de fuego.

Al silencio de tu paso desnudo

el mar en remolino tuerce su ebria ola,

el crujir del agua resuena como badajo...

Latido de caracolas y campanarios.

¡Hoja mía!

Mis ojos de guerra duermen su reposo de espalda y

mis hombros de honra circulan tus ardores.

Con tu doble sonrisa de simultaneo abrazo

y tu labial carne de ferrosa alga nutres mi sed de redes.

 

Errante como alada ameba donde la niebla deja su sello

acoplas a mis pieles tus sudores.

¡Ah, mi amada en silencio!

Abre tus párpados de amapola

que he venido a dormir bajo su sombra de parasol y mariposa.

 

¡Raíz y árbol de tierra mía eres!

Con la espesura de la arcilla edificada,

la humedad llora en su rama de trueno por tu lágrima

y tu... Hoja...

¡Hoja mia!

Destronas la potestad del océano en maremoto

cuando explotas en mis brazos tus espumas de romántico arrullo.

Hasta mi sombra sabe de tu tendida piel de hoja y

mi amor de pergamino escribe a diario

con la sangre rosa de tu piel empapelada.

¡Estuario de mis besos!

Pareces el muelle guardián de mis labios en ti coronados.